Muere embestido por búfalo un mexicano que disfrutaba cazando animales por diversión (VIDEO)
Canales Najjar disparó a un búfalo que se encontraba indefenso en Argentina; tras errar en el disparo, el animal le embistió provocando múltiples heridas, lo que a la postre provocó su muerte camino al hospital

Derechos Humanos
Mario Alberto Canales Najjar, presidente de la Federación Mexicana de Caza y Tiro, falleció el pasado 7 de octubre en el establecimiento Punta Caballo, ubicado en Costa Uruguay, luego de ser embestido por un búfalo de gran tamaño, tras disparar al animal con un fusil, mismo que se defendió de la agresión del cazador.
Dada la abundante vegetación de la zona, el auxilio no pudo acercarse donde se encontraba en compañía de 3 de sus amigos. Entró en estado de shock y falleció minutos más tarde, cuando se dirigían al hospital.
Al parecer, el animal se encontraba en su hábitat indefenso cuando el cazador le disparó para provocar su muerte. Sobreviviendo al ataque, el búfalo embistió reiteradamente a su agresor, provocándole diversas lesiones.
Sobre Mario Alberto Canales Najjar se sabe que contaba con 64 años y era Federación Mexicana de Caza y Tiro. Justificaba la diversión de asesinar animales diciendo que generaba importante derrama económica. En México, compró uno de los conocidos doctorados ’patito’ expedido por el ’Instituto Mexicano de Líderes de Excelencia’ (sic).
Medios argentinos difundieron el video del ataque del búfalo al cazador mexicano Mario Alberto Canales Najjar, de 64 años, que falleció debido a las graves lesiones que le causó el animal de unos 1.100 kilogramos.
— FAFHOO (@Fafhoo) October 13, 2022
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En el video se aprecia que al menos dos sujetos apuntan a la distancia al animal con fusiles largos. Uno más se encontraba cerca de ellos y por último había uno que grababa.
Tras la primer detonación, se nota nerviosismo por un disparo fallido, es allí cuando el mexicano acciona su fusil y se realiza una segunda detonación en contra del búfalo que se defendió de la agresión embistiendo a uno de los dos cazadores que le dispararon, gritando éste de terror a la vez que se escucha el crujir de ramas donde habría sido aventado. Fue también el fin del animal, al que le siguieron disparando.